Reino Unido ofrece una combinación de terapias para ayudar a niños con parálisis cerebral y discapacidades asociadas, a través de un equipo de profesionales que incluye médicos, terapeutas físicos y ocupacionales, así como psicólogos.
La neuróloga del hospital infantil Great Ormond Street de Londres, Lucinda Carr, señaló que la parálisis cerebral es un término general para definir “un desorden persistente de movimiento o postura causado por una anormalidad en el cerebro”.
Se estima que unos mil 800 bebés cada año nacen con parálisis cerebral, una afectación que “se debe a diferentes razones y en su mayoría sucede antes del nacimiento”.
La especialista en parálisis cerebral explicó que el daño no es progresivo y su incidencia en Reino Unido es “sorprendentemente común”, con una en cada 400 personas con parálisis cerebral que va de “ligera a severa”.
La pediatra señaló que el diagnóstico se hace en los primeros meses de vida y el niño es referido a un equipo de profesionales que incluye un pediatra, fisioterapeutas de lenguaje y ocupacional, un trabajador social, y psicólogos educativos para ayudar a niños con problemas de aprendizaje.
“Nuestro objetivo es ayudar al niño alcanzar su máximo potencial” y a relajar sus músculos con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, afirmó la doctora Carr quien agregó que en algunos casos se aplica una inyección de la toxina bótox (botulinium) para ayudar al relajamiento muscular.
De acuerdo con el NHS, el servicio nacional de salud pública de Gran Bretaña, la parálisis cerebral trae como consecuencia otros problemas como epilepsia, dificultades para aprender, incontinencia, salivación, y puede afectar la vista, el oído, el lenguaje, y el crecimiento.
El tratamiento del NHS ofrece terapia ocupacional “para ser más independientes en las actividades diarias”, como bañarse y vestirse solos, cocinar, o hacer una taza de té, para poder eventualmente salir al campo laboral.
El NHS ofrece también medicamentos gratuitos para relajar músculos muy tensos que causan dolor.
La terapia Baclofeno Intratecal sirve para tratar la espasticidad severa que consiste en un catéter y una bomba programable que se implanta quirúrgicamente para administrar el medicamento baclofeno directamente en el sistema nervioso.
Para tratar los problemas de salivación y problemas para comer, el NHS administra drogas anticolinérgicas que reducen la cantidad de saliva. Además se ofrece una terapia para que los pequeños puedan masticar y tragar.
En otros casos, se ofrece cirugía ortopédica para corregir problemas de huesos y articulaciones. Este tratamiento es recomendado si “la parálisis cerebral le causa al niño problemas para caminar o moverse”.
Una terapia más radical para tratar espasmos severos es la Rizotomía Dorsal Selectiva que es una operación mayor para cortar algunos de los nervios sensoriales en la columna vertebral baja, pero el NHS reconoce que esta cirugía puede causar efectos secundarios, la recuperación es lenta y el paciente tiene que aprender de nuevo a caminar o moverse.
La neuróloga del hospital infantil Great Ormond Street de Londres, Lucinda Carr, señaló que la parálisis cerebral es un término general para definir “un desorden persistente de movimiento o postura causado por una anormalidad en el cerebro”.
Se estima que unos mil 800 bebés cada año nacen con parálisis cerebral, una afectación que “se debe a diferentes razones y en su mayoría sucede antes del nacimiento”.
La especialista en parálisis cerebral explicó que el daño no es progresivo y su incidencia en Reino Unido es “sorprendentemente común”, con una en cada 400 personas con parálisis cerebral que va de “ligera a severa”.
La pediatra señaló que el diagnóstico se hace en los primeros meses de vida y el niño es referido a un equipo de profesionales que incluye un pediatra, fisioterapeutas de lenguaje y ocupacional, un trabajador social, y psicólogos educativos para ayudar a niños con problemas de aprendizaje.
“Nuestro objetivo es ayudar al niño alcanzar su máximo potencial” y a relajar sus músculos con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, afirmó la doctora Carr quien agregó que en algunos casos se aplica una inyección de la toxina bótox (botulinium) para ayudar al relajamiento muscular.
De acuerdo con el NHS, el servicio nacional de salud pública de Gran Bretaña, la parálisis cerebral trae como consecuencia otros problemas como epilepsia, dificultades para aprender, incontinencia, salivación, y puede afectar la vista, el oído, el lenguaje, y el crecimiento.
El tratamiento del NHS ofrece terapia ocupacional “para ser más independientes en las actividades diarias”, como bañarse y vestirse solos, cocinar, o hacer una taza de té, para poder eventualmente salir al campo laboral.
El NHS ofrece también medicamentos gratuitos para relajar músculos muy tensos que causan dolor.
La terapia Baclofeno Intratecal sirve para tratar la espasticidad severa que consiste en un catéter y una bomba programable que se implanta quirúrgicamente para administrar el medicamento baclofeno directamente en el sistema nervioso.
Para tratar los problemas de salivación y problemas para comer, el NHS administra drogas anticolinérgicas que reducen la cantidad de saliva. Además se ofrece una terapia para que los pequeños puedan masticar y tragar.
En otros casos, se ofrece cirugía ortopédica para corregir problemas de huesos y articulaciones. Este tratamiento es recomendado si “la parálisis cerebral le causa al niño problemas para caminar o moverse”.
Una terapia más radical para tratar espasmos severos es la Rizotomía Dorsal Selectiva que es una operación mayor para cortar algunos de los nervios sensoriales en la columna vertebral baja, pero el NHS reconoce que esta cirugía puede causar efectos secundarios, la recuperación es lenta y el paciente tiene que aprender de nuevo a caminar o moverse.
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