La terapia ocupacional es el tratamiento que se emplea para la rehabilitación de alcohólicos y drogadictos; persigue dos objetivos: uno consiste en mantener ocupada la mente del paciente para que no piense en la bebida ni recuerde su pasado, el segundo se enfoca en capacitar al enfermo en un oficio para que, después de su rehabilitación, tenga una habilidad que le permita generar ingresos para mantenerse en la vida, puntualizó el responsable del hogar de mujeres y niños Darcas, de la oenegé Remar, César Gutiérrez.
Trabajo solidario. Mencionó que en el hogar, ubicado en Mallasa, viven 12 mujeres y 15 niños, a quienes se les ofrece alimentación, educación, atención médica y vivienda. "Las mujeres, que acogemos, entre jóvenes y adultas, tienen problemas de maltrato, abandono, abuso sexual o adicciones y reciben terapia psicológica, espiritual y ocupacional para su rehabilitación".
Gutiérrez explicó que para rehabilitar a una persona, que abusa de las bebidas y de las drogas, se deben seguir tres fases. La primera es la de acogimiento, destinada a que el individuo se adapte a la vida comunitaria, acepte sus problemas, no tenga deseo de consumir alcohol o drogas y se proponga finalizar el tratamiento.
La segunda, detalló, es la terapia de rehabilitación, en la que se brinda apoyo psicológico, social, espiritual, ocupacional y médico. "En este periodo, la persona debe olvidar completamente su pasado y evitar las recaídas". La tercera fase es preparar a la persona para que regrese a la sociedad y al entorno familiar, "al rehabilitado se le enseña a ser responsable de sus actos y a administrar adecuadamente el dinero que logra ganar gracias a las habilidades que aprendió durante su periodo de rehabilitación".
"Para garantizar la alimentación y estadía de las mujeres y niños, también recibimos ayuda humanitaria de instituciones" César Gutiérrez - RESPONSABLE DEL HOGAR DARCAS
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