martes, 6 de mayo de 2014

Terapia ocupacional infantil en el Hospital Vithas Virgen del Mar



Dentro de la Unidad de Desarrollo Integral y Atención Temprana del hospital almeriense


La Unidad de Desarrollo Infantil y Atención Temprana del Hospital Vithas Virgen del Mar, perteneciente al grupo Vithas que cuenta con 10 hospitales en España y 2 centros especializados Vithas Salud en Lleida y El Ejido, ha incorporado un nuevo servicio de terapia ocupacional a su equipo multidisciplinar. Su función, entre otras, es la de llevar a cabo una intervención específica en menores que presentan dificultades de integración sensorial. La teoría de la Integración Sensorial fue creada para abordar retrasos en el desarrollo y problemas de aprendizaje o conducta en niños que no podían ser justificados por una disfunción neuromotora.

La integración sensorial es el acto de organizar las sensaciones para su uso, es decir: mejorar la capacidad que posee el sistema nervioso central de interpretar y organizar las informaciones captadas por los diversos órganos sensoriales del cuerpo. La doctora Jean Ayres, terapeuta ocupacional estadounidense, definió la disfunción de integración sensorial como un mal funcionamiento de la organización de la información dentro del sistema nervioso central, que no consigue organizar los impulsos sensoriales para poder darle al individuo una información adecuada y precisa sobre él mismo y su ambiente.

Una disfunción de la integración sensorial suele reflejarse en la capacidad de autorregulación (emociones, sueño) y/o a nivel de coordinación y planificación motora. Si el cerebro no interpreta correctamente esas sensaciones, sobre todo en lo referente a la posición de nuestro cuerpo en el espacio (propiocepción) y a la detección del movimiento y gravedad, se producen muchas dificultades para que el niño se desenvuelva de manera óptima en su vida diaria.

En estos casos, la intervención terapéutica que realiza la terapeuta ocupacional se encamina por tanto, a proporcionar a los niños experiencias ricas en estímulos sensoriales para favorecer la aparición de respuestas adaptativas. Siempre a través de la ocupación más significativa para ellos: el juego, dada la importancia de la motivación intrínseca para el aprendizaje.

Cómo detectar que un niño padece problemas de integración sensorial
Entre las señales que pueden hacer sospechar a los padres de que el niño padece un desorden de procesamiento sensorial destacan las siguientes: hipersensibilidad al tacto, la luz, sonidos o ausencia de reacción ante estos; hiperactividad o falta de actividad; capacidad para distraerse con facilidad; rabietas frecuentes; problemas de aprendizaje; mala coordinación y/o planificación motora; tono muscular pobre.

Además, se considera la necesidad de acudir a un terapeuta ocupacional cuando la participación en las actividades cotidianas no puede llevarse a cabo con normalidad: existen problemas específicos de alimentación; problemas de adquisición de autonomía personal; problemas de autorregulación y sueño y dificultad para las relaciones sociales y el juego.

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